Las Distintas Formas de Leer

Publicado por Primera Vez: 1 de mayo de 2025

Una versión reducida de este artículo también se va a publicar en el blog AEDO. Añadiré el enlace dentro de poco.

Una vista áerea de un libro, un portátil-tableta, y un móvil con auriculares sobre una mesa. El libro físico, Historia del Ferrocarril de España, es de tapa dura con ilustraciones de varios trenes del siglo 19 y mapas relacionados con cajas de texto, y tiene un marcador de libros. El portátil está plegado como una tableta y muestra Oedipus At Colonus, en el modo lector de Firefox, con opciones para cambiar el texto y el diseño, y usar la lectora de voz. El móvil tiene abierto el audiolibro Walkable City, con auriculares y su estuche puesto sobre el móvil.

Se dice que no hay nada como un buen libro - un libro analógico. Pero hoy día las formas de leer son muy variadas, y no sería correcto decir que la lectura en papel es simplemente mejor, ya que todas las formas tienen sus ventajas y desventajas. Actualmente vivimos en una verdadera revolución de la lectura, y quiero dar un punto de vista equilibrado de la situación, y una visión para un futuro.

Los 3 grandes modos de lectura serían la física, la digital, y la oral. Hay mucha diversidad dentro de cada uno de ellos: un libro electrónico frente a un blog, o un libro escolar frente a una novela bestseller, pero es la manera más sencilla de categorizarlo. Yo personalmente hago una mezcla de las tres, y opino que todas tienen su lugar, aunque es cierto que pueden ser más adecuadas en ciertas situaciones o para ciertas personas.

Voy a empezar con la lectura digital. Creo que esta es la categoría con menos prestigio, y entiendo bien el porqué. Pero es muy importante destacar también el lado positivo, y separar los problemas de un nivel tecnológico de los que no lo son. Lo más importante de la lectura digital es que de todas las formas de leer es, en mi opinión, la más accesible y flexible. Si imaginas cualquier libro físico, tiene una forma fija. O tal vez unas distintas versiones invariables (p.ej. con letra de mayor tamaño, o una portada diferente). En cambio, con un texto (o imagen) que está guardado en un formato digital, se puede hacer mucho. Es muy fácil, por ejemplo, cambiar el tamaño del texto, la fuente, y los colores. Para personas que tienen problemas de visión esto puede ser imprescindible para poder leerlo. También es posible usar una lectura de voz electrónica con cualquier texto digital. No es lo ideal, incluso con los avances que se han desarrollado no es igual a una voz humana, pero es sin duda mejor que no tener ninguna opción. Y no solo eso, el texto digital además puede ser usado por las máquinas de braille para aquellos que no pueden ver ni escuchar, por supuesto puede ser traducido de una forma automática, y seguramente inventaremos aún más posibilidades de modificarlo y presentarlo en el futuro.

Más allá de la accesibilidad a las lecturas, hay que hablar de la difusión del texto. Un texto digital se puede compartir casi sin coste y sin dificultad a todas las personas del mundo, inmediatamente. Yo por ejemplo puedo compartir mi blog con todos sin pagar nada y sin inconvenientes; pero sería significativamente más difícil publicar lo que escribo de forma física, y especialmente compartirlo. Esto tiene mucha importancia también en los textos comunales como Wikipedia, Fandom y cualquier documento compartido; pueden existir digitalmente de una manera en la que simplemente no sería posible en la física. Además, es muy fácil guardar el texto digital - tu móvil por ejemplo tiene más de 40 millones de líneas de código solo para el sistema operativo, así que su capacidad de almacenar texto es prácticamente ilimitada. No hay que tener una biblioteca entera, basta simplemente una tarjeta de memoria (sea la tuya o la de un servidor). Y no podemos hablar de lo digital sin antes hablar de la alta capacidad de organización. A diferencia de en la lectura física, se puede buscar una palabra o frase, saltar directamente a una página, un capítulo, un título o una sección marcada, o copiar y guardar automáticamente una cita o una referencia. Estas funcionalidades hacen que el texto digital pueda ser muy útil para el estudio profundo de un texto, en particular con el fin de extraer y condensar la información y las ideas claves.

Sin embargo, hay dos grandes problemas con la lectura digital. El primero viene directamente de la tecnología, y el segundo de cómo está creada y controlada, y a quién pretende beneficiar. Creo que todos conocemos la tensión ocular que pueden causar las pantallas digitales. La razón principal de esto es que la gran mayoría de las pantallas funcionan emitiendo luz, mientras que el papel solo refleja la que hay en el ambiente. Cuando miras una pantalla digital estás literalmente mirando a millones de luces artificiales pequeñitas, y esto causa que los ojos parpadeen alrededor de un 40% menos de lo normal. Y lo que muestran los estudios es que cuando leemos digitalmente - en una pantalla que emite luz - recordamos menos que cuando leemos en papel. No nos enteramos igual de bien, y en particular tenemos dificultad para encontrar en el texto donde está lo que hemos leído.

Se cree que esto proviene también de las características físicas del texto. Cuando lees un libro analógico, tiene un diseño de portada, tamaño, texto, etc. (más o menos) único, que tu mente puede atribuir a ese libro. Y entonces ciertas ideas y frases se relacionan con su localización en el libro: la página de la izquierda o derecha, la columna si hay varias, y la parte de más arriba o abajo. Cuando leemos digitalmente, a menudo usamos el modo deslizamiento (scroll), y, por lo general, siempre usamos los mismos dispositivos, lo que impide un poco la creación de estas conexiones. En mi experiencia, noto el mismo efecto cuando leo partituras de música: encuentro más fácil recordar una parte y reconocer dónde está en la canción en papel que en portátiles o tabletas (al menos en modo deslizamiento y en pantallas que emitan luz). También cabe mencionar que, si usamos el mismo dispositivo de la misma forma para todo, hay más riesgo de distracción; nuestros cerebros, por ejemplo, probablemente asocian más los móviles a las redes sociales y a las aplicaciones de comunicación que a leer en profundidad y de forma centrada. Así que al menos podemos intentar tener alguna distinción entre estos usos, como poner un modo de lectura que bloquee las otras funciones y distracciones, o establecer una rutina, como un sitio especial solo para leer.

Una posible solución para el problema de la tensión ocular es el avance de la tecnología llamada papel electrónico, o e-paper. Las pantallas de e-paper funcionan de una manera más parecida al papel, como el hecho de que no emiten luz, solo la reflejan. Se llama e-paper porque normalmente contiene tinta física como en el papel, que se mueve bajo la pantalla en tiempo real para crear el texto. El problema que hay es que tarda bastante en actualizar - si has visto un vídeo sobre una animación en una pantalla de e-paper puede recordar a una explosión de fuegos artificiales. Sin embargo, la tecnología es cada vez mejor, y actualmente hay color, detalles suficientes, y una tasa de actualización bastante mejor que antes. Espero que en un futuro la tecnología mejore lo suficiente para que podamos usarlo en todos nuestros dispositivos (posiblemente en adición a y sobre la pantalla de emisión para otros usos). Pero por ahora, solo se encuentra en tabletas diseñadas para leer y hacer notas como los Kindle Paperwhites y tabletas de Remarkable.

El asunto que no va a resolver la tecnología es el tema del control y de las plataformas. ¿Qué quiero decir con esto? Bueno, cuando tenemos un texto físico, podemos usarlo como queramos. Prestárselo a alguien, guardarlo de la forma que decidamos, leerlo y anotarlo de la manera que nos apetezca. Igual cuando escribimos. Pero el mundo digital no siempre es así. Como ejemplo, si "compras" un libro de Kindle, solo puedes leerlo dentro de la aplicación de Kindle. No puedes guardarlo de otra forma ni abrirlo con otra aplicación o herramienta. Aunque lo has comprado, no es tu libro. Así que, si Kindle decide que no puedes cambiar algo como el diseño del texto o usar una lectura de pantalla o de braille, no puedes, y si Amazon decide editar o borrar el libro por control remoto, puede (y lo ha hecho antes). Y si el servicio deja de existir algún día lo más probable es que tus libros vayan a desaparecer. Otro de los problemas claves con lo digital son las plataformas de redes sociales. Aunque sin duda útiles y una revolución en nuestra capacidad de leer, especialmente para mantenernos en contacto y ponernos al día con las noticias, tienen un lado muy oscuro a causa de la promoción de contenido de odio, negatividad y superficialidad. Este tipo de contenido suele generar más interacción y reacción que el resto, y por ello la mayoría de las grandes redes sociales lo promueven más de lo normal, y generalmente estos algoritmos escondidos controlan mucho de lo que leemos y difundimos.

Yo soy sobre todo informático, y no apoyo nada los sistemas cerrados y bajo el control de una sola empresa que pone sus intereses sobre los de los demás. No puedo aguantar que algo que tiene la capacidad de mejorar nuestras vidas sea usado para lo contrario. Y yo sé que sí podemos usar la tecnología para bien, pero necesitamos luchar para que esto ocurra. Creo que la lectura digital puede ser una herramienta liberadora para la gente, pero solo cuando es usada con este fin. Mi opinión es que las formas abiertas de publicar información, basadas en estándares y formatos universales son lo que deberíamos apoyar, y son las más parecidas a lo que tenemos en el papel. Sean páginas web de HTML, sistemas sociales construidos sobre esta base como el Fediverso (y sin la promoción artificial de cierto contenido), o archivos sin DRM que se puede usar de cualquiera forma. Quiero que esta revolución cree una utopía, no una distopía.

No he hablado mucho sobre los audiolibros, pero también tienen su lugar. Como se ha enseñado en La Historia de la Lectura, la lectura tiene una muy larga tradición de oralidad, y me parece que los audiolibros son una continuación de esta. La ventaja y desventaja clave de los textos de audio frente al texto escrito es su propia naturaleza. Al ser escuchados, se pueden "leer" de una forma más relajada, por ejemplo, mientras se va caminando o viajando, o haciendo tareas repetitivas, como limpiar. Encuentro que no es tan adecuado para estudiar un tema en profundidad dado que es más complejo cambiar entre secciones, releer y pausar para pensar acerca de una idea, y también porque la velocidad es algo más lenta (entre la mitad y dos tercios), pero están muy bien para leer ampliamente sobre temas diferentes que nos interesan (lo mismo es cierto de los podcasts) y especialmente para escuchar historias - hay algo distinto entre escuchar y leer.

Empecé diciendo que no hay nada como un buen libro. Y no lo hay, porque todos los modos de leer tienen sus rasgos únicos. Espero que con el avance de la tecnología y un cambio en cómo la usamos, la lectura digital pueda mejorar y facilitar toda la experiencia lectora. Sin embargo, creo que el libro físico, y el audiolibro (leído por humanos) van a seguir vigentes durante mucho tiempo, y que lo mejor es, precisamente, tener todas estas opciones. Que cada uno pueda elegir la forma que le sirva mejor.